lunes, 27 de febrero de 2012

REGLAS DE COMPOSICIÓN FOTOGRÁFICA


La fotografía no solo es técnica, hay que cuidar también su aspecto. Es fundamental tener en cuenta la composición para mejorar la calidad y darle fuerza a la imagen, de modo que podamos destacar en la misma el elemento que pretendemos.

Lo mejor antes de hacer una fotografía es pensar y meditar sobre cómo y qué queremos sacar en dicha fotografía. La mayoría de las veces, sobre todo desde que existe la fotografía digital, tendemos a disparar muchas veces ya que “malo será que alguna no salga bien”, pero yo os recomiendo que os paréis a un momento antes de poneros a disparar a lo loco, miréis a vuestro alrededor, y cuando lo tengáis claro apretéis el botón. Veréis que los resultados son mucho mejores.

Existen unas reglas básicas y fundamentales de la composición fotográfica (que son válidas también en pintura, escultura, arquitectura...incluso en el cine), aunque lo primero que hay que tener en cuenta es que la fotografía no deja de ser un arte, y como tal, las reglas muchas veces, están para romperlas.


La regla de los tercios

Es la más conocida de todas, y consiste en dividir la imagen, con líneas ficticias en tres partes iguales, tanto verticalmente, como horizontalmente y los puntos donde se cruzan estas, se llaman puntos de interés. Es sobre estos puntos y líneas, donde debemos situar nuestro tema principal, para que la vista se fije más en ellos. No es necesario usar todas las líneas ni puntos.


Si la imagen tiene dos elementos lo mejor es situar cada elemento en puntos opuestos, de manera que formen una diagonal entre ellos.

En paisajes, según donde coloquemos el horizonte conseguimos sensaciones distintas. Si lo situamos en el tercio superior, le damos más protagonismo a la tierra que al cielo, dando más sensación de profundidad. Por lo tanto tenemos que procurar que el paisaje sea variado.
Si lo situamos en el tercio inferior, se consigue sensación de espacio, en este caso el tema de la fotografía será el cielo, por lo tanto tiene que ser un cielo bonito, ya que un cielo azul uniforme ocupando dos tercios de la foto sería un poco monótono.


Composición simétrica

El horizonte en el centro rompe la regla de los tercios, pero también tiene su encanto, si se sabe cuando hacerlo, una imagen cortada por la mitad, por el horizonte hace que tengan el mismo predominio visual las dos partes. Usado con reflejos simétricos, hace que nuestra fotografía tenga equilibrio e impacto visual.


Aparte del paisaje, muchas cosas que fotografiamos tienen simetrías, personas, animales, objetos. Una composición simétrica es solemne, formal y fría.


Composición con líneas

Las líneas pueden estar presentes en la imagen o ser imaginarias uniendo elementos dentro de esta. Estas deben ser ordenadas, que no se crucen. Las líneas largas convergentes atraen la mirada hacia el punto de convergencia.

Las líneas pueden ser rectas o curvas. Las curvas transmiten más dinamismo y plasticidad. Una repetición de curvas causan un efecto armonioso y tranquilizador, pero para impactar mas conviene contrastarlas con líneas rectas.

Las líneas rectas, dependiendo de su orientación, transmiten una u otra cosa:

Líneas diagonales: trasmiten dinamismo y tensión.
Líneas horizontales: tranquilidad, calma, espacio.
Líneas verticales: alturas grandiosas.
Tanto las líneas horizontales como las verticales transmiten orden y formalidad.

Siluetas y sombras
Ambos son temas muy recurridos en fotografía.


Con las sombras podemos conseguir dinamismo en la fotografía, y hasta dar la impresión de una tercera dimensión.


La textura

Para darle volumen a una escena e intentar dar la sensación de tridimensional debemos añadir texturas.

Por textura se entiende la capa superficial de un material. Las texturas pueden ser lisas o rugosas, siendo estas últimas las que tienen más interés.

Resaltando las texturas de los objetos, estimulamos el sentido del tacto y adquiere tridimensionalidad.

El factor que más hace resaltar la textura es sin duda la iluminación, una luz frontal y suave, la oculta, sin embargo si es dura y rasante, la potencia, al resaltar más las sombras.


El interés por los grupos de 3
Parece existir una percepción especial de los números impares en fotografía, y en especial de los grupos de tres elementos.
Un único elemento puede transmitir soledad o aislamiento, con dos elementos una foto puede quedar demasiado bien equilibrada y estática, y cuatro elementos pueden resultar demasiados para distribuir.
Por algún motivo que no se explicar, a las personas nos gusta el número 3. En fotografía suele funcionar la agrupación de tres elementos como centro de interés.
La repetición de algún elemento, dan un sentido de relación de distintas partes de una imagen.
En algunas ocasiones puede aportar factores psicológicos, como el sentido de la unión y el compañerismo.

Una técnica también muy utilizada es romper el equilibrio o la sincronía que han formado todos los elementos de la imagen con otro totalmente distinto.

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